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dijous, 5 de juny del 2008

Hasta entonces había avanzado por la despreocupada edad de la primera juventud, un camino que de niño parece infinito, por el que los años transcurren lentos y con paso imperceptible, por lo que nadie nota su marcha. Caminamos plácidamente, mirando enderredor con curiosidad, no hay necesidad alguna de apresurarse, nadie apremia por detrás y nadie nos espera, también los compañeros avanzan sin pensar y se detienen con frecuencia a bromear. Desde las casas, en las puertas, los mayores saludan, comprensivos, y hacen señas para para indicar el horizonte con sonrisas de inteligencia; así, el corazón empieza a latir con deseos heroicos y tiernos, se saborean, la víspera, las cosas maravillosas que se esperan para más adelante; aún no se ven, no, pero es cierto, absolutamente cierto, que un día llegarán. ¿Falta mucho aún? No, basta con cruzar aquel río allí al fondo, sobrepasar aquellas verdes colinas, pero, ¿no habremos llegado ya? ¿No serán tal vez aquellos árboles, esos prados, esa casa blanca lo que buscamos? Por un instante tenemos la impresión de que sí, y nos gustaría detenernos. Después oímos decir que lo mejor está más adelante y reanudamos la marcha sin preocupación. Así continuamos el camino con una espera confiada y las jornadas son largas y tranquilas, el sol brilla alto en el cielo y parece que no tenga ganas de bajar nunca al ocaso. Pero en determinado momento, casi instintivamente , volvemos la vista atrás y vemos que una verja ha quedado cerrada a nuestras espaldas y corta el camino de regreso. Entonces sentimos que algo ha cambiado, el sol ya no parece inmóvil sino que se desplaza, ¡ay!, rápidamente, apenas hay tiempo de mirarlo cuando ya se precipita hacia el confín del horizonte, nos damos cuenta de que las nubes no se estancan en las azules ensenadas del cielo, sino que huyen amontonándose unas sobre otras, con su ansiedad; comprendemos que el tiempo pasa y que el camino deberá acabar algún día.

Això és un extracte del llibre "El desierto de los Tártaros" de Dino Buzzati. Avui, crec que era el dia més adient per postejar-lo després de donar-li voltes, amb l'ajut de la pipa, a diversos temes, entre ells la conveniència o no de seguir amb "el campionat", amb "el futbol" i en general després de fer-li voltes a l'amistat i la vida. Molt recomanable el llibre, sense cap mena de dubte.

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4 Comments:

Blogger Sra. Saeki said...

Quan estàs passant per les setmanes crítiques dels còlics de la Clara, no és el millor moment per plantejar-se canvis en la vida d'un mateix!! No canviïs res fins que hagi passat un temps d'adaptació. Ja vaig postajar-te un dia; que el fet de ser pare no et treu de ser el Víctor i l'Encarna.

dv. de juny 06, 10:04:00 a. m.  
Blogger jeffreyabbot said...

No te res a veure...però gràcies pel recolzament amb els còlics :)

dv. de juny 06, 10:27:00 a. m.  
Blogger Sra. Saeki said...

Que passa Sr. Abbot? S'han acabat les idees per bolg?
Ens malacostumes a una super producció literaria... i clar, quan fa una setmana que no escrius ja ho trobem ha faltar!!

dj. de juny 12, 08:08:00 a. m.  
Blogger jeffreyabbot said...

Pues si, si...estic de sequera :)

De tota manera penjo ara mateix un post de Lite World.

dj. de juny 12, 09:26:00 a. m.  

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